Las familias que tienen hijos con edades comprendidas entre los 2 y 3 años, seguramente conocerán todo lo que conlleva esa primera aDOSlescencia. Tras una etapa de berrinches, cambios de humor y rabietas, se hace complicado imaginarse una adolescencia tranquila.
Ante todo, hay que mantener la calma y tener presente que son etapas críticas en los pequeños que coinciden con nuevos descubrimientos y cambios por parte del bebé. En lo que sí coinciden los niños tanto de 3 como de 13 años, es que es un momento de sus vidas en el que aprenden a ser independientes y van formando su propia identidad.
Por esta razón hay que intentar adoptar una actitud serena y una posición de guía y acompañamiento en los cambios que van a experimentar. Se trata de ayudarles a que aprendan a afrontar los cambios de manera positiva y natural, para así poder evitar futuros problemas.
Una forma de poder llevar a cabo este acompañamiento de manera exitosa es siguiendo estos consejos:
-
Establecer límites
Hay que distinguir entre establecer límites e imponerlos. Lo ideal es que podamos enseñar a nuestros hijos lo que está bien y lo que no deben hacer. Así mismo es importante explicarles las razones de esos límites de manera que ellos puedan comprenderlo.
-
Cambiar la palabra “castigo” por consecuencias
Ya desde pequeños los niños tienen que comprender que toda acción tiene una reacción y, por tanto, una consecuencia natural. Por ejemplo, si tira las cosas al suelo, lo más probable es que se rompan, por lo que ya no podrá tener ese objeto.
-
Evita compararle con nadie
Cada niño es único, tiene su propio ritmo de aprendizaje y desarrollo. Las comparaciones con los demás sólo pueden fomentar sentimientos negativos en ellos, como frustración, envidia, miedo…
-
Escucha a tus hijos
Una de las mayores experiencias de ser padre es que tus hijos te cuenten sus cosas. Desde que empiezan a hablar es importante escucharles, porque las cosas que para nosotros pueden carecer de importancia, para ellos es su mundo. Si lo haces desde pequeños, es más fácil establecer las bases de confianza necesarias para que te cuenten sus problemas e inquietudes en la adolescencia.
-
Respeta su privacidad
Es necesario vigilar a los niños para que no se hagan daño. Pero aun con todo, hay que darle al niño su espacio. Eso demuestra que confías en ellos. Cuando sean adolescentes, esa confianza que habéis creado será muy positiva en vuestra relación.
El reto más complicado para los padres de los aDOSlescentes o de los adolescentes reales es acompañar y demostrar a sus hijos que no están solos, que su compañía es incondicional. Así que aprovechad cada oportunidad para decirle a tus hijos lo que significan para ti.